domingo, 7 de diciembre de 2008

BEGOÑA GUTIERREZ NIETO

Microcrédito y desarrollo local

BEGOÑA GUTIÉRREZ NIETO
PROFESOR AYUDANTE DOCTOR
DEPARTAMENTO DE CONTABILIDAD Y FINANZAS
UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

La economía local no ha perdido su vigencia en la
era de la globalización. El desarrollo empresarial de
una entidad local se puede perseguir mediante estrategias
reactivas o proactivas. El artículo revisa dos enfoques
teóricos del desarrollo local: las teorías territoriales
del desarrollo local y las teorías del desarrollo
endógeno. En base a la primera se argumenta que la
creación de microempresas puede contribuir al desarrollo
local. El microcrédito supone, para muchas de
estas iniciativas, la primera oportunidad de obtención
de recursos financieros para comenzar su actividad.
Se estudia el microcrédito en los países desarrollados
y en los países en desarrollo, y se proponen dos
concepciones del mismo: amplia y restr i n g i d a .
Finalmente, se establece una clasificación de las instituciones
que ofrecen microcréditos.
Palabras cl av e : M i c r o c r é d i t o, desarrollo local,
desarrollo endógeno, autoempleo.
Acciones e Investigaciones Sociales, 18 (Nov. 2003), pp. 115-128
ISSN:1132-192X
Begoña Gutiérrez Nieto
Microcrédito y desarrollo local
1. Desarrollo local y globalización
En la era de la globalización, con empresas y mercados globales
cada vez más dominantes, la defensa de una economía
local puede parecer anacrónica. Pero según Ekins y Newby,
estas economías retoman importancia con la globalización por
las siguientes razones:
1. Los mercados globales nunca podrán incluir a todos.
Basados en la competencia global, crean ganadores y
perdedores locales. A falta de economías locales activas,
los perdedores se verán apartados de cualquier actividad
económica y emergerá una subclase desempleada y marginada.
2. La globalización crea distancias sociales y medioambientales.
Así como cada vez más personas compran y producen
para los mercados globales, las relaciones económicas,
que son fuente de cohesión en las comunidades
locales, se vuelven menos fuertes. El desarrollo económico
local puede mantener las redes económicas locales
y la cohesión social.
3. La globalización induce la homogeneización cultural. Una
economía local activa contrarrestaría estos elementos.
4. La globalización crea vulnerabilidad económica. Por estar
basada en niveles crecientes de especialización, la globalización
hace a los entes económicos más vulnerables
a la reestructuración económica frente a cambios de la
demanda de los mercados. Una base económica local
118 Begoña Gutiérrez Nieto
fuerte puede dar estabilidad en tiempos de crisis y ofrecer
oportunidades para el desarrollo de nuevas actividades y
la emergencia de ventajas comparativas.
Según Cruz Roche, el desarrollo empresarial de una entidad
local se puede perseguir mediante dos caminos: por un lado,
atraer la instalación de empresas en un entorno seleccionado
mediante el ofrecimiento de una serie de incentivos; por otro
lado, intentar aprovechar las oportunidades internas de la localidad
en estudio.
El mismo punto de vista adopta Fontela, al hablar de estrategias
reactivas o proactivas. Se entiende por estrategias reactivas
aquellas en las que la región se sitúa en un “mercado de regiones”
en el que se trata de ofrecer a los “inversores clientes”
condiciones como mínimo comparables a las que ofertan otras
“regiones competidoras”.Son estrategias proactivas aquellas en
la que la región busca una anticipación competitiva de los agentes
locales productores.
En el primer caso, probablemente no se produciría un excedente
neto de riqueza en el país, porque las empresas así ubicadas
lo harían a costa de renunciar a emplazarse en otro punto
del país. En el segundo caso, se estaría tratando de conseguir
el máximo provecho de unos recursos parcial o insuficientemente
utilizados. Nuestro estudio se centrará en la segunda de
las concepciones, y en base a la misma, veremos en el apartado
siguiente dos enfoques teóricos para lograr el desarrollo local.
2. Dos enfoques teóricos del desarrollo local
Según Vázquez Barquero las teorías territoriales del desarrollo
defienden la superioridad estratégica de las pequeñas empresas
en los procesos de desarrollo.
Estas teorías (Friedman y Weaver, Stöhr y Tödtling, Sach,
Stöhr y Taylor) se basan en la idea de que cada territorio es el
resultado de una historia en la que se ha ido configurando el entorno
institucional, económico y organizativo, lo que le confiere
una identidad propia y le capacita para dar respuestas estratégicas
a los desafíos de la globalización.
Microcrédito y desarrollo local 119
Así pues, Stöhr y Taylor defienden estrategias de desarrollo
desde abajo (bottom-up), que ofrezcan oportunidades de mejora
a las personas, grupos sociales y comunidades locales y perm itan
movilizar sus capacidades y recursos. De esta manera, los
a u t o r e s, además de la defensa de las empresas de pequeño tamaño
citada más arriba, proponen iniciativas para fijar la pobl ación
en el terri t o ri o, la promoción de la agri c u l t u ra local; a c t u a c i on
e s, en definitiva, altern a t i vas al modelo tradicional de desarrollo
i n d u s t rial, de grandes empresas localizadas en metrópolis.
En esta línea Cuadrado Roura afirma que una de las características
de las “regiones ganadoras” de la UE es la fuerte presencia
de PYMES.
Las teorías del desarrollo endógeno, de acuerdo con V á z q u e z
B a r q u e r o, comparten con las teorías terri t o riales dos pri n c i p i o s :
la concepción del espacio económico local y la pri o ridad a las acciones
de abajo arri b a . Ambas teorías coinciden en aceptar que
todos los terri t o rios tienen un potencial de desarrollo.
Sin embargo, para el desarrollo endógeno, lo determinante
para el crecimiento económico no es la dimensión de las empresas,
y de ahí no se concede tanta importancia a las PYMES,
sino la formación de sistemas de empresas, de redes de empresas,
que permitan obtener economías de escala y de alcance
y reducir los costes de transacción;dentro de estas redes tienen
cabida también las grandes empresas.
La creación de pequeñas empresas cuenta, siguiendo a las
teorías territoriales del desarrollo, con un importante potencial
para el desarrollo local. El microcrédito supone, para muchas de
estas iniciativas, la primera oportunidad de obtención de recursos
financieros y de esta manera, comenzar su actividad. Con
su consolidación, la microempresa no tiene por qué seguir contando
con el microcrédito, sino que puede tener capacidad para
acceder a los servicios financieros convencionales.
A continuación distinguiremos dos espacios de actuación del
microcrédito que le hacen tener elementos diferenciadores
según nos encontremos en países desarrollados o en países en
vías de desarrollo. Posteriormente propondremos una definición
amplia y restringida del microcrédito, siendo esta última la que
haría referencia a la microempresa.
Pero antes de seguir adelante, haremos una primera aproximación
de carácter universal al concepto de microcrédito, definiéndolo
como un crédito de baja cuantía.
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3. El microcrédito en los países desarrollados
En los países occidentales el microcrédito se puede encontrar
en dos ámbitos: en el ámbito privado de la inversión social o
la financiación alternativa y en el ámbito de programas de apoyo
a la microempresa de tutela pública, y generalmente local. Los
grupos de población objetivo coinciden en ambos ámbitos: jóvenes
empresarios, desempleados y mujeres, principalmente; si
bien la inversión social y la financiación alternativa suelen atender
a proyectos o destinatarios con mayor grado de marginalidad
económica o marginación social.
Los solicitantes de microcrédito lo son porque la naturaleza
de su actividad, la falta de garantías o su situación social
son causa de exclusión de la banca, o simplemente porque
necesitan el apoyo recibido de una institución de
m i c r o c r é d i t o, que va más allá de lo puramente financiero.
Algunos de ellos entrarían dentro de la categoría denominada
por Letowsky como “ e m p r e s a rios a la fuerza”. E s t o s
son, en su mayoría, personas sin ex p e riencia profe s i o n a l ,
que no creen demasiado en el éxito de su proye c t o, y no poseen
de entrada las habilidades necesarias para crear una
e m p r e s a . Pe r o, habiendo fracasado en la búsqueda de un
empleo o cualquier fo rma de inserción económica satisfa c t oria,
deciden crear su propia empresa.
Por inversión social INAISE entiende un tipo de inversión que
no se centra exclusivamente en la búsqueda del beneficio.
Sobre todo, tiene como objetivo la inserción de personas excluidas
en el circuito económico, restableciendo la trama social mediante
la creación de empleos y negocios.
La financiación altern a t i va se define en relación con la financiación
tradicional, es decir, frente la que ofrecen los banc
o s, cajas e instituciones financieras al uso. Estas institucion
e s, ante las pequeñas empresas se encuentran con dos tipos
de dificultades: el riesgo y los altos costes de tra n s a c c i ó n
( E ve r s ) . El riesgo procede de insolvencias debidas a probl emas
de liquidez, inadecuada estru c t u ra financiera, mala gestión
o simplemente baja rentabilidad de la actividad empresari
a l . Este aspecto se puede reducir con análisis de ri e s g o
i n n ova t i vos y concienzudos y por fo rmación y apoyo empresarial,
pero ambos métodos incrementan los costes de tra n s a cMicrocrédito
y desarrollo local 121
c i ó n . La petición de garantías tiene sus limitaciones debido a
los altos costes de liquidación de la empresa y al limitado acceso
a las mismas de los pequeños empresari o s. Un probl e m a
adicional se encuentra en la falta de “ k n ow - h ow ” del sector
b a n c a rio acerca del mercado emergente de empresas operando
en el tercer sector.
Por tanto, la financiación alternativa es aquella fuera de los
circuitos financieros tradicionales, diseñada a la medida de nuevas
actividades que encuentran dificultades en el acceso a la financiación
bancaria. En este sentido, se realizan prácticas bancarias
más accesibles por lo que respecta a las garantías y a los
requisitos de devolución. Por otra parte, se suele ofrecer formación
y llevar a cabo el apoyo y seguimiento de los proyectos.
Esta adaptación a las características de sus potenciales clientes
es uno de los principales elementos de diferencia entre los instrumentos
de inversión social o financiación alternativa y el sector
bancario convencional y que ayuda a la consecución de un
menor ratio de impago.
La diferencia fundamental entre los programas de microcrédito
de iniciativa pública y los procedentes del ámbito de la inversión
social y la financiación altern a t i va es que son promov idos
por entes públicos o semipúbl i c o s, mientras que los otros
p r o gramas surgen de diferentes iniciativas pri vadas que desarrollaremos
en el apartado siguiente (ONGs, banca ética, coo
p e ra t i vas de crédito, clubes de inversión, etc). En los programas
de iniciativa pública el préstamo sería ofrecido por una
entidad bancaria tradicional, con el apoyo técnico y/o financiero
–vía subvención de los tipos o las cuotas del préstamo– del
ente públ i c o.
4. El microcrédito en los países en desarrollo
En los países en vías de desarrollo, el microcrédito se encuentra
ligado al concepto de informalidad porque la mayor
parte de los destinatarios de los préstamos se encuentran en el
sector informal de la economía.
El término economía info rmal se generalizó en los años 70
p a ra definir actividades económicas que tienen lugar fuera de
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las estru c t u ras usuales para la empresa pública y pri va d a .
Utilizaremos la definición de Charmes por la cual las actividades
del sector info rmal son esencialmente las que, siendo al
mismo tiempo lícitas pero ilegales, se desarrollan en unidades
económicas que no han sido registradas por los censos y enc
u e s t a s, o en actividades registradas pero que pueden asimilárseles
debido a factores tales como: la organización de la
producción y la comercialización (inexistencia de contabilidad,
de fa c t u ración, de contri bución al sistema de Seguri d a d
Social, etc.), la pequeña escala y el tamaño (medido en número
de trabajadores), y el nivel tecnológico (estimado en el
consumo de energía por trabajador y las cualificaciones profesionales
del personal ocupado). Sin embargo, conviene señalar
que no es este el único enfoque para definir el sector info
rm a l .
Para delimitar el concepto de microfinanzas en los países en
desarrollo encontramos distintas orientaciones. Según Garson,
las microfinanzas definen la intermediación financiera a nivel
local. Incluye no sólo crédito sino también depósitos, ahorros y
otras formas de servicios financieros. Es un procedimiento local,
basado en instituciones locales que recogen recursos locales y
los reasignan localmente. El autor no distingue entre destinatarios
formales e informales, sino que se centra en el nivel espacial
para definirlas.
Sin embargo, Gulli, rechazando el concepto de crédito a la
producción para microempresarios pobres por considerarlo demasiado
estrecho, considera que microfinanzas es la palabra
usada para hacer referencia a servicios financieros en pequeña
escala en general tanto de crédito como de ahorro, para empresas
y familias que tradicionalmente se han mantenido al margen
del sistema financiero. Schreiner incide en este último aspecto
de los destinatarios, y define las microfinanzas como los esfuerzos
para mejorar el acceso a servicios de ahorro y crédito a personas
de baja renta y bajo patrimonio. Los tres autores derivan
el microcrédito de las microfinanzas, que se usa para hacer referencia
únicamente al crédito.
Otra definición de microcrédito afirma que es un préstamo
muy pequeño ofrecido, no a personas pobres, sino a una microempresa
(Clark y Kays). Aquí se liga el microcrédito a la microMicrocrédito
y desarrollo local 123
empresa, con distintas acepciones según autores y países1.
Dicha definición se encuentra en la línea de Gulli, pero sin hacer
la generalización de la autora, centrándose esta vez en el uso
empresarial del crédito.
De acuerdo con la Cumbre de Microcrédito, celebrada en
Washington en Febrero de 1997, con la participación de gobiernos,
organismos multilaterales, ONGD2 y representantes empresariales,
la definición del mismo es la siguiente: se trata de programas
que proporcionan pequeños préstamos a personas muy
pobres para proyectos de autoempleo generadores de renta.
Esta aproximación se centra en los receptores del crédito, en la
línea de Schreiner; y en la pequeña cuantía del mismo, siguiendo
el enfoque de Gulli.
5. Concepto amplio y restringido de microcrédito
Proponemos como enfoque restringido del microcrédito el
que utilizan Clark y Kays: un crédito de pequeña cuantía ofrecido
a una microempresa. Entrarían dentro de esta tipología los
microcréditos en los países occidentales, y los destinados a microempresas
en los países en desarrollo.
El enfoque amplio del microcrédito incluiría todas las distintas
y variadas tipologías de microcrédito no destinadas específicamente
al apoyo de una microempresa: créditos a nivel local,
1 Estos autores definen la microempresa como una empresa con menos de cinco
e m p l e a d o s, siendo las más usuales las que emplean solamente al propietari o.
La Comisión Europea (European Commission, 1996) define la microempresa
como aquella empresa con menos de 10 empleados. La siguiente categoría, la
pequeña empresa, abarca hasta 50 empleados.
Para Carpintero las actividades económicas en el sector informal pueden dividirse
en actividades de supervivencia, lo que en algunos países de América
Latina llevan a cabo las denominadas famiempresas, y actividades microempresariales.
Estas actividades van más allá de la pura supervivencia, y cuando se
trata de microempresas individuales se hace difícil delimitar entre los dos grupos.
El autor reconoce la dificultad en la definición de microempresa, no sólo por
la naturaleza tan heterogénea del sector informal, sino también por la falta de
datos fiables de estas actividades económicas.También cuantifica el número de
trabajadores en menos de 10.
2 La diferencia entre ONGD (Organización No Gubernamental de Desarrollo)
y ONG (Organización No Gubernamental) es que la primera actúa en los países
del Sur y la segunda en los países del Norte.
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créditos a personas pobres, a individuos y empresas fuera del
sistema financiero, créditos para el sector informal o simplemente
créditos a pequeña escala.
6.Tipos de instituciones que ofrecen microcréditos
En general, en los países en vías de desarrollo, podemos encontrar
la siguiente tipología de entes que gestionan microcréditos
(Carpintero):
– ONGD especializadas en microcréditos. Inicialmente tenían
un planteamiento muy paternalista, que se traducía
en unos tipos de interés subvencionados y en una forma
de funcionar totalmente ajena a la búsqueda de la sostenibilidad
financiera3, lo cual se manifestaba, entre otros
elementos, en la gran dependencia de donaciones recibidas
del exterior. Últimamente se está evolucionando
desde una posición de completa dependencia de la financiación
internacional hacia el establecimiento de relaciones
con instituciones bancarias del país e incluso la transformación
de la ONGD en una institución financiera
totalmente regulada como tal.
– Cooperativas de crédito. Ofrecen servicios de ahorro y
crédito a corto plazo a sus miembros.Para acceder al crédito
es necesario disponer de algunos ahorros en la entidad,
de tal forma que esos ahorros sirven como garantía.
Los créditos suelen otorgarse a un tipo de interés inferior
al de mercado. Raramente ofrecen servicios de asistencia
técnica y formación, contrariamente a la ONGD, que sí los
suele ofrecer. Pueden recibir apoyo financiero del exterior.
3 Con respecto a la sostenibilidad de las instituciones de microfinanzas (IMF)
existen dos niveles: operacional y financiera (United Nations. UNCDF). La sostenibilidad
operacional se refiere al momento en que las instituciones de microfinanzas
cubre sus costes administrativos y sus gastos de impagados con las
rentas obtenidas de sus clientes. La sostenibilidad financiera se logra cuando
una institución de microfinanzas sostenible operacionalmente puede cubrir los
costes de sus fondos, incluida la inflación.Entonces las IMF se pueden convertir
en verdaderas instituciones financieras, que pueden obtener fondos de los
mercados financieros nacionales y obtener líneas de descuento de los bancos
centrales.
Microcrédito y desarrollo local 125
– Instituciones financieras especializadas en microcrédito.
Algunas de ellas han surgido como evolución de una
ONGD. Otras no tiene por qué tener este antecedente. El
caso más conocido es el Grameen Bank de Bangladesh.
El microcrédito en los países occidentales se concede generalmente
por instituciones financieras altern a t i vas o instituciones
de inversión social que en Europa tomarían las siguientes fo rm a s :
– Organizaciones no gubernamentales (ONGs) de distinta
tipología y localización.
– Cooperativas de crédito formadas por microempresas y
que concederían crédito a sus miembros.
– Banca ética. Estos bancos reciben el nombre de éticos
porque invierten de acuerdo con las convicciones de sus
depositantes, generalmente en proyectos medioambientales
y de desarrollo social.
– Clubes de inversión de iniciativa privada y ámbito generalmente
local, donde los miembros reúnen sus ahorros
para invertirlos en proyectos de microempresa.
– Otros.
Es necesario remarcar que los microcréditos pueden también
ser concedidos por un banco tradicional, con el apoyo de alguna
institución citada más arriba, generalmente ONGs; o con
apoyo público. Este apoyo puede materializarse en cualquier
tipo de garantía o en apoyo técnico, de formación y gestión empresarial.
El destino del microcrédito en el Norte es exclusivamente
actividades empresariales, a diferencia de lo que ocurre
en el Sur, donde el microcrédito puede ser usado también para
consumo.
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